Era una noche de celebración y nos reunimos muchas personas a una mesa. Una de las comensales, periodista, atleta, cosplayer, madre, presentadora y escritora,(para proteger su identidad la llamaremos L.A, como en la pelicula de Kim Bassinger, asi es mas confidencial) me regalo una bolsa que contenía un pequeño personajillo risueño y simpático asi como un ladron con pistola, del que no queremos hablar. La noche fue trascurriendo y otros inolvidables regalos (uno de una de las mejores manos gallegas: una parte de un tándem preciosas chicas con unas gafas, que no les impiden ver lo que necesitan, para ser unas maestras con sonrisas de angel. Y el otro de una bella madrileña de impresionante belleza e hipnótica simpatía que casi deja un aire de alegria por donde pasa como si fuera el negativo del caballo de Atila ) se unieron en lo que hoy llamarían una coincidencia cósmica. No sere yo el que abuse de tal término. Pero algo mágico, quizá por la unión de tanto talento en un espacio tan reducido, cuál hechizo de Queimada, una chispa de fantasía hizo arder una idea con la fuerza de una nueva galaxia al nacer.
Un chico (el que fue en su día doble de escenas arriesgadas de Steve Guttemberg) decidió que tamaña odisea no tenía que ser concebida para el mundo como, en mi inocencia, supuse en primer término. Debía ser una odisea universal.
Y como todo relato épico que se precie, todo esto comienza en un punto pequeño y casi imperceptible, en un pequeño ser de lego, con bigote y taza que está llamado a ver cosas que harían morir de envidia al propio Richard Attemborough
Así comienza este viaje por el universo con Ned Flanders... Cojan su taza de café, siéntanse como en su casa y no olviden sonreír, Pues esto último no es mas que el propósito (y que propósito tan noble) de este humilde blog
No hay comentarios:
Publicar un comentario